lunes, 22 de agosto de 2011

Crónica de Vila

Así me la ha mandado Vila. No me creo capacitada para modificar nada

Historia de una mañana con el Papa y de un posterior rescate familiar.

Hola Cordelia, te contaré lo fantástico que fue el poder acompañar y escuchar al Papa en Cuantrovientos . Nosotras no pudimos asistir a la vigilia nocturna, aguacero, tormentón y posterior adoración al Santísimo durante la noche, y fue una lástima, pero tuvimos que elegir. Así que nuestra crónica de Cuantrovientos comienza el domingo a las 6 am. cuando tomamos el primer metro que pasa por nuestra línea y que nos pueda llevar a la estación de Aviación Civil con destino a… Cuatrovientos.
Bien sabíamos y éramos conscientes de que todos los accesos al recinto habían sido cerrados la tarde anterior y nos arriesgábamos a no poder acceder a nuestra zona de acreditación y tener que ir al final; pero nos daba igual, teníamos que probar suerte e intentarlo… y además lo importante era estar allí, acompañando al Papa y escuchar lo que nos quería decir, y poder decir con orgullo: ehhhh que yo he estado allí, soy una de esas hormiguitas de la foto.
El metro se iba llenando de peregrinos en cada estación, de todo tipo y nacionalidad y todos (bueno, casi todos) con el mismo destino, una pasada. Y al llegar a la última estación todos, o sea un mogollón de gente, salimos ordenadamente y nos empezamos a seguir unos a otros en el camino (yo esperaba que los de delante no se equivocasen de camino porque todos íbamos detrás). A esas horas iban bastantes curas que iban a asistir también a la Santa Misa y personalmente me daba verdadera alegría poderles reconocer al llevar el clériman, es decir iban vestidos de cura, ¡!que gozada!! . En nuestro grupito de amigos venía un muchacho de 9 años que aguantó fenomenal todo el evento y una embarazada reciente que era la que tenía más marcha y marcaba el ritmo de la caminata.
Nuestras acreditaciones C7 nos permitían acceder al recinto por el acceso 1 y allá que fuimos, y… efectivamente: todo cerrado, pero esperamos cerca de una hora y media por si abrían finalmente. Lo que ocurrió fue lo esperado: nos mandaron a las zonas de no acreditados del fondo del todo. La policía (no la organización JMJ) para poder mantener la seguridad decidió no permitir el acceso, a pesar de que supimos posteriormente que espacio había, pero que por lo ocurrido durante la noche (derrumbe de alguna carpa, algunos heridos leves…) no se querían arriesgar al estar cerca de 1,5 millones de personas. Personalmente no me preocupé y como nos dijo un voluntario: las cosas vienen así y hay que ofrecerlo por el Papa y por sus intenciones. Así que nos fuimos al final de todo, de todo, de todo, pero tuvimos suerte y pudimos tener una visión excelente desde una pantalla nueva colocada durante la noche y el sistema de megafonía fue estupendo. ¿Necesitábamos más? Pues no, así que pusimos nuestra mantita de viaje en el suelo para apoyar las posaderas al sentarnos y listo. Y pudimos estar con el Papa, rezar, escucharle y verle estupendamente.
De la Santa Misa no te cuento nada porque la televisión lo dice mejor, pero la emoción de estar presente es sobrecogedora, es algo que no se olvida. ¡!Guay….!! si te puedo decir que hubo un gran ambiente de recogimiento y de oración.
Y ahora LO DIVERTIDO, al finalizar la Santa Misa TODOS salíamos a la vez, muy ordenadamente si, pero éramos un mogollón. Papathoma tomó una foto de la marea humana en movimiento. A mí me recordó las hordas de los ejércitos de la edad media cuando van andando al campo de batalla, cientos y cientos de personas con todo tipo de banderas y estandartes, ¿Cuántos países éramos? No sé , pero el espectáculo era total y muy chulo, banderas por todos los sitios y grupos humanos en movimiento. ¡!Una pasada!! Lo malo es que todos íbamos a los mismos puntos de evacuación, en mi caso la estación de metro de la peseta.
Si quiero contarte cosas divertidas y entrañables del camino desde Cuatrovientos hasta el metro. Los vecinos de la Avda de la Peseta se solidarizaron con la marea humana y decidieron echarnos (rociarnos) de agua mientras pasábamos por sus casas. Tomaron mangueras, duchas, botellas de agua… lo que tenían, y nos rociaban de agua al pasar. Te aseguro que se agradeció mogollón ¡!estábamos agotados y asados de calor!! . También fue precioso cuando nos adelantó un grupo de franceses que cantaban suavemente una bella melodía, puse el oído y me di cuenta que cantaban el Ave María en latín , y al terminar comenzaban otra vez; me fijé más y vi a una chica que llevaba el Rosario en la mano: ¡!Estaban cantando el rosario!! Fue una maravilla, que impresionada me quedé. También fue gracioso sorprender una conversación de unos muchachos que ya estaban haciendo planes para cuando se viesen en la siguiente JMJ en Rio de Janeiro.
Cuando finalmente conseguimos llegar a la preciada estación de metro estaba petada de gente y totalmente bloqueada y sin posibilidad de acceder. El panorama era que había de espera unas cuantas horitas para poder tomar el metro. Con este panorama miré a Papathoma y decidí llamar a la caballería familiar para solicitar, humildemente, el recate humano de una madre de familia: es decir llamé a Javier, y le dije: porfa porfa ven en coche a recogernos al centro comercial Isla azul, porfa, please… esta es una llamada de socorro y emergencia, tu chica está bloqueada. Y Javier, que es un amor, tras reponerse de la insólita solicitud dejo a los niños a buen recaudo y nos vino a buscar. ¡!!!Bien, bien por mi chico!!! Por lo que conseguimos finalmente llegar a casa 3 horas después de finalizar el evento. Uffff !!
Ha sido genial y lo volvería a repetir pero con vigilia incluida. Me dio una pena horrible no haber podido estar.
Como ves mi capacidad de enrolle es alta y nula la de síntesis, eso lo dejo para ti. Espero que haya podido transmitirte lo que sentimos y vivimos ese día.

Un besote grandote
Vila

1 comentario:

  1. Gracias¡¡¡ Me encanta esta recopilación de crónicas de la jmj
    Ah, a mi tb me encantó la gente que tiraba agua dde los pisos...
    Incluso alguno que vaciaba palanganas de agua dde un 6 piso o algo así. Esos había que esquivarlos pq el agua dde tan arriba, hace pupa¡¡ ja ja ja
    La intención era buena, y nos hizo reir mucho

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